LA ANGUILA DE RÍO, UNA ESPECIE EN LA MEMORIA DE MEOQUI


Artículo de divulgación

Memorias del coloquio Hablemos del Camino Real de Tierra Adentro 2015

Por Rafael Ortega Sinaloa

Cómo ya se ha presentado en ediciones anteriores, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Chihuahua, inició durante el año 2015 un proyecto en el que se invita a diferentes actores de la sociedad, interesados en la valoración, conservación y difusión del patrimonio cultural y natural local, a identificar y reflexionar sobre el patrimonio de sus localidades a través de un diálogo horizontal con personal del Centro INAH Chihuahua, pues pensamos que a partir de este diálogo podemos cruzar nuestras perspectivas (tanto de académicos cómo de no académicos) para enriquecer las miradas sobre el mismo objeto de interés.  

Planteamos para estos ejercicios hablar del Camino Real de Tierra Adentro, un tema que en lo histórico y en lo antropológico resulta muy atractivo y apasionante, pero además, propusimos hablar de él desde una concepción no tan clásica y rígida, es decir, pensar el Camino Real y sus impactos en nuestras localidades, más allá de los tiempos de la ocupación española y más allá de sus propias rutas sobre el espacio geográfico. Sobre todo porque pensamos que una vez que los españoles dieron rumbo a sus intereses hacia el norte, iniciaron un proceso histórico que sigue en marcha; un continuum antropológico…

El San Pedro en las memorias del profe Navarrete.

En nuestros primeros dos ejercicios del 2015 nos dirigimos hacia el municipio de Rosales cuya cabecera fue llamada en algún tiempo Santa Cruz de Tapacolmes y también hacia Meoqui, originalmente San Pablo. En Meoqui nos contactamos con un grupo de personas apasionados en la valoración y conservación del patrimonio histórico: La Sociedad de Estudios Históricos de Meoqui. Tuvimos el gusto de plantear nuestra propuesta al profesor Armando Navarrete y al Ingeniero Alfredo Rey, dos representantes de esta sociedad de quienes recibimos una respuesta entusiasta y con quienes pudimos platicar muy gratamente algunos temas, uno de ellos fue el de la relación de la sociedad con el medio ambiente en Meoqui, y uno de los elementos más emblemáticos de éste es indudablemente el río San Pedro.

Entre las memorias del profesor Armando encontramos un relato muy interesante que se los quiero compartir: al preguntarle sobre las especies que existían en el San Pedro antes de la construcción de la presa Francisco I Madero, (mejor conocida como Las Vírgenes), nos contó de la existencia de varios peces que a él le tocó conocer, pero que actualmente ya no se observan en el río. Tal es el caso de la “chuaca” o catán (en Tabasco y Veracruz le llaman pejelagarto, que por cierto alguna vez lo vi en las peceras del Museo del Desierto en Delicias), el matalote, la mojarra criolla y en especial una especie que llamó particularmente la atención... la anguila de río, la cual, nos contó el profe, hubo en abundancia en los dos ríos de la región: Conchos y San Pedro. Este pez, decía el profe Navarrete, en épocas de lluvias, como todo el suelo estaba anegado, salía de los causes de estos ríos y arrastrándose se adentraba en las lagunas o ciénegas de la región, algunos lugareños acostumbraban capturarlo para consumirlos en caldo. 

La especie además era migratoria buscando su reproducción. Pero al contrario que los salmones (anádromos), salía a desovar al mar (catádromos), dónde finalmente terminaba su existencia en el Golfo de México para dar vida a futuras generaciones. Luego, remontando el río Bravo y sus tributarios, llegaba hasta la región de Meoqui y seguramente más arriba. La construcción del distrito de riego 005 y otra infraestructura hidráulica a lo largo del Conchos y el Bravo impactó severamente la presencia de esta especie en la cuenca de estos ríos, ya que los diques de las presas fueron barreras irremontables para que esta especie siguiera llegando y con ello desapareció la anguila de río de estas latitudes;  afortunadamente, parece que sigue existiendo en otros ríos de México.

Nos damos cuenta a través de los relatos de nuestra gente, quienes tuvieron la oportunidad de vivir estos mismos espacios pero en otros tiempos, lo diferente que era la forma de vida y el medio ambiente y el impacto que puede tener la intervención del ser humano con sus obras: La modernidad y el desarrollo tiene muchas caras y no debemos olvidar que una de ellas es el costo ambiental y cultural.

Gracias a estos relatos y otros que después les contarán ellos mismos, sólo hay que conversar con ellos que seguramente encontraremos en sus memorias mucho más historia para contar.   Sigamos pues hablando del Camino Real, de Meoqui, de Rosales y de otras localidades que nos conviden de la memoria de sus habitantes, de sus recuerdos, de sus experiencias, de sus leyendas, de sus cuentos, porque la memoria es también una manera de celebrar y reflexionar sobre nuestra identidad y nuestro patrimonio cultural.

1. Si está interesado en adquirir la memoria del profesor Armando con las investigaciones que de la especie se han realizado, consultar el documento: "Peces dulceacuícolas de México" en la liga: http://www.biodiversidad.gob.mx/pdf/libros/paguadulceA.pdf justo en la página 99 aparece la caracterización de la anguila de río.  

2. Otro testimonio de la presencia de esta especie en el conchos es la que presentó Jorge Domínguez González, de la memoria de su “padrino”, en su texto: Sobre las migraciones, la naturaleza y los seres vivos: en http://juarezdialoga.org/ls-articulistas/sobre-las-migraciones-la-naturaleza-y-los-seres-vivos/

 

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