Monumentos históricos

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CATÁLOGO DE MONUMENTOS HISTÓRICOS INMUEBLES DE CASAS GRANDES.

Marco Geográfico.

Ubicación.

Se  localiza a 30° 23' de latitud norte, 107° 57' de longitud oeste, la altura promedio del municipio ronda en los 1480 msnm. Colinda al norte con el municipio de Janos, al sur con los municipios de Ignacio Zaragoza y Madera, al este con los municipios de Galeana y Nuevo Casas Grandes y al oeste con el estado de Sonora México.

El municipio tiene 3.719 km cuadrados, lo cual representa el 1.51% de la superficie total del estado.  

Tiene una distancia aproximada a la capital del estado de 359 kilómetros.  

Orografía. 

Su territorio se encuentra dividido entre la Mesa Central del Norte, por la parte oriental y la Sierra Madre Chihuahuense, que ocupa la parte occidental hasta los límites con Sonora. Entre sus serranías más importantes están la de Breña, La Escondida, cerro de Montezuma y el Pajarito.  

Hidrografía. 

Al sur del municipio se localiza Arroyo Seco, Las Playas y San Miguel, que vienen a componer el Río Palanganas, al oeste del municipio el Arroyo del Gavilán y otros pequeños que forman el río Piedras Verdes y ambos crean el río Casas Grandes; se cuenta con manantiales de aguas termales como son el Ojo Vareleño, Ojo de San Diego y Ojos de Pratts; por los diferentes ríos se localizan presas derivadas para el uso del agua en riegos agrícolas.

Antecedentes Históricos.

En Casas Grandes se encuentra la  zona arqueológica Paquimé. Formada por casas comunales de adobe, algunas de las cuales son de cinco pisos, sus pobladores contaban con un asombroso sistema de conducción acuífera que abastecía a las casas desde un ojo de agua. En su descripción de 1565, el conquistador Francisco de Ibarra apuntaba que estaba habitado por indios guerechos, a los que denominó paquimé. Por trabajos de excavación se calcula que la ciudad de Paquimé pasó por varias etapas de ocupación denominadas: cerámica sin decoración (1-700 d.C.), viejo (700 a 1060 d.C.), medio (1060-1340 d.C.) y tardío (1340-1600 d.C.). Fue edificada en un valle del desierto de Chihuahua, al pie de la sierra Tarahumara. En el yacimiento se encuentra influencia mesoamericana, iniciada en la denominada fase Buena Fe (1060-1200) del periodo medio. Posteriormente, en la fase Paquimé (1200-1261) es notable el auge del urbanismo: se construyeron montículos ceremoniales y habitaciones de varios pisos.

El conjunto arquitectónico maravilla por la armonía entre las soluciones urbanísticas y el entorno natural. Anexo a la zona se encuentra el Museo de las Culturas del Norte. En diciembre de 1998, el yacimiento arqueológico de Casas Grandes; Paquimé, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

El virrey Don Luis de Velazco le ordenó en 1562 a Don Francisco de Ibarra montar un viaje de exploración hacia el norte de la Nueva España, territorios sin explorar aún y de los cuales se tenían noticias por la aventura de Álvar Núñez Cabeza de Vaca y sus acompañantes que debido a un naufragio viajaron a pie desde Florida Estados Unidos hasta Culiacán México.

En una zona de la Sierra Madre Occidental los exploradores encontraron un poblado que tenía construcciones que llegaban hasta los siete pisos de altura, le preguntaron a los nativos jumas por el nombre del pueblo y les respondieron que Paquimé, pero maravillado por la altura de las casas en las que habitaban los sumas Don Francisco de Ibarra le otorgó al pueblo el nombre de Casas Grandes.

Desde mediados del siglo XVII constituyó una alcaldía mayor que fue el primer centro de autoridad española en la región. Más tarde quedó supeditada a la autoridad del presidio de San Buenaventura; en 1820 adquirió la categoría de municipio; seis años más tarde formó parte del partido de San Buenaventura; en 1847 del cantón Galeana; en 1887 del distrito Bravos y de 1898 a 1911 del distrito Galeana.  

La cabecera es Casas Grandes, fue fundada en 1661 por el capitán Andrés Gracia por órdenes del Gobernador de la Nueva Vizcaya, don Francisco Gorraez y Beaumont.

Abandonada la misión en 1667, fue restablecida al año siguiente por el gobernador Antonio de Oca y Sarmiento y el 15 de noviembre de 1778 el caballero Teodoro de Croix, Comandante General de Provincias Internas, le otorgó la categoría de villa y le concedieron sus actuales ejidos.

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CATÁLOGO DE MONUMENTOS HISTÓRICOS INMUEBLES DE HIDALGO DEL PARRAL.

Presentación.

El objetivo de este catálogo  además de proporcionar y enriquecer el conocimiento del patrimonio histórico arquitectónico del municipio de Hidalgo del Parral, es el conocer como está conformado  dicho patrimonio y cuales son sus características constructivas. Esto con el fin primordial de tener la información necesaria para asesorar en  cualquier solicitud de restauración o intervención en los inmuebles declarados patrimonio histórico según la declaratoria oficial publicada el día 12 de marzo de 2001 en el diario oficial de la federación. Este reconocimiento constituye la base de apoyo para la realización de esfuerzos necesarios para el rescate de los inmuebles históricos y su reintegración a la vida social de las comunidades.

Son 492 inmuebles inscritos en el decreto, las fichas contenidas en el catálogo contienen fotografías del inmueble, planos arquitectónico, croquis de localización así como datos arquitectónicos; materiales de construcción, estado de conservación, siglo en el que fue construido, datos históricos y observaciones sobre el inmueble. 

Los edificios de valor histórico tienen diversas usos tales como casas habitación, templos, escuelas así como comercios y edificios públicos. Los templos más relevantes arquitectónicamente son el de San José, Nuestra Señora del Rayo, San Nicolás y San Juan de Dios. Tienen una tipología donde sus espacios funcionales son pocos: nave, sacristía y atrio de reducidas proporciones.

Con respecto a la casa habitación histórica parralense, se identifican dos tipologías: una muy sencilla; construcciones desde principios de la creación del poblado hasta finales de los cuarenta, prevaleciendo el macizo sobre el vano, de adobe aplanado, viguería y terrado. La segunda fue a finales del siglo XIX y principios del XX, construcciones de carácter muy depurado y ostentoso, arquitectura porfiriana como la Casa Griensen, Casa Stallford, Palacio de Alvarado, Teatro Hidalgo y Cuartel de Villa.

Debido a las severas inundaciones que ha sufrido el municipio de Parral, gran parte de los inmuebles se han visto afectados, incluso algunos no resistieron la inundación y se perdieron en su totalidad. Por lo tanto en algunas de las direcciones citadas en el decreto no se ubican inmuebles históricos. También hubo cambios en la numeración, por consiguiente en algunas fichas el plano arquitectónico no corresponde al inmueble.

Marco geográfico

El municipio de parral tiene una extensión de 1,863 kilómetros cuadrados, que representa el 0.71% de la extensión territorial del Estado. Colinda con los municipios de Zaragoza, Matamoros, San Francisco del Oro, Santa Bárbara, Allende, Huejotitán y Rosario. Su altitud sobre el nivel del mar, tomando como base el piso de la Plaza Principal, se fijó en los 1,717 metros. Está ubicada la Ciudad a los 26º56’04’’ latitud norte y a una longitud de 105º59’37’’ del meridiano de Greenwich. 

Localizada a 301 km al sur de la Ciudad de Chihuahua vía Jiménez o a 222 km vía corta, está es una de las ciudades más importantes de la entidad. A través de los siglos ha jugado un papel muy importante; primero fundada como centro minero, teniendo un gran auge económico en el pasado y posteriormente llegando a ser capital de la Nueva Vizcaya y del Estado de Chihuahua. Esta ciudad tuvo además interesantes y notables participaciones en cada una de las etapas más importantes de la historia del País como la intervención Francesa y la revolución Mexicana, gozando además del enorme privilegio de haber sido visitada por diversas personalidades de la Historia de México como Don Benito Juárez y el Gral. Porfirio Díaz, convirtiéndose también en el escenario de asesinato del Centauro del Norte, el Gral. Francisco Villa, ocurrido el 20 de Julio de 1923, y orgullosa por contar con uno de los archivos más completos del norte de México y el sur de los Estados Unidos, su archivo Histórico o Colonial.

 

Ancedentes Históricos

La ciudad de Real de Minas del Parral, actual ciudad de Hidalgo  del  Parral, en el estado  de Chihuahua, fue fundada en julio de 1631, según crónicas y  documentos  no oficiales, por el propio gobernador de la Nueva Vizcaya, misma  fecha en que se descubrieron las minas de la Negrita, en el cerro de la Cruz, a cuyas faldas se  estableció el poblado que en ese entonces recibió el nombre de San Joseph del Parral, en la provincia de la Nueva Vizcaya.  

La riqueza de los filiones de la mina La Negrita, descubierta por Juan Rangel de Biesma, se hizo  entonces  legendaria. A raíz de ese auge, se  volvieron  a  explotar viejos  centros  mineros como el de Santa Bárbara, mientras que otros fueron surgiendo como el de San Diego de Minas Nuevas, en 1634 y posteriormente el de San Francisco  del  Oro.  El mineral  de  Parral, conjuntamente con los minerales de Santa Bárbara y San Francisco  del  Oro formaron el conocido Triángulo del Oro de la Nueva España, de aquí la importancia y la relación  de  estas zona con  el Municipio  de  Valle  de  Allende,  proveedor  de alimentos y sustento para los trabajadores mineros de  los  minerales  vecinos.  

El sitio tuvo un carácter defensivo derivado de las condiciones que prevalecieron en la Provincia de la Nueva Vizcaya hacia el siglo XVII; fue una gran extensión territorial  de escasos asentamientos humanos consolidados donde numerosos grupos indígenas tepehuanes , conchos, tobosos y masames, entre otros,  se rebelaron e hicieron una prolongada guerra en defensa de su forma de vida y  sus pertenencias, contra los españoles empeñados en construir y consolidar el proceso de conquista.

La ciudad está formada por 195 manzanas que se organizan en diferentes estructuras; constituyen los barrios de desarrollo urbano propios que se alojaron en las cavidades de los meandros del río Parral y se han comunicado entre sí a través de la diversidad de puentes ; el asentamiento humano histórico  de cada uno de los barrios fue limitado en su crecimiento por el cauce del río, propiciando  un esquema de autonomía relativa de su desarrollo urbano que generó su centralidad, representada por una plaza; así sucede en barrios como el de San José, El Centro, El Rayo, San Nicolás y Juárez, entre otras.

De acuerdo a las leyes dictadas por la Real Corona que debía tener un centro ordenado y rodeado por casas, se forma el primer Barrio llamado San José considerando que la zona se encontraba dividida por un río que atraviesa por esta zona, y que éste era el punto más importante para ubicar las haciendas de beneficio , es así como la ciudad comienza a formarse, teniendo para el siglo XVII cuatro barrios, el barrio San José, es decir el barrio real, único con pretensiones urbanas, se erige la primera iglesia parroquial , las casas reales, la cárcel, la alhóndiga,  la carnicería etc. en general las casas más pomposas de la época se ubicaron en dicho barrio.

El barrio de San Nicolás ubicado en la banda sur donde moraban principalmente los trabajadores de oficios y artesanos, este barrio presentó un desarrollo distinto al resto de los barrios ya que frecuentemente las crecidas del río los incomunicaban. Posteriormente se incorporan los barrios de San Juan de Dios y del Rayo, uno nace a partir del permiso para construir un hospital que albergara a los indios y desprotegidos durante la fuerte epidemia que atacó a los indios y en el siglo XVIII, el segundo nace principalmente como una respuesta a los indios sonoras y sinaloas que construyen un templo originalmente llamado de la Candelaria y que posteriormente lo llamaron de la Virgen del Rayo. Finalmente se añaden otros barrios el de Guanajuato y Alfareña.

A principios del siglo XX y durante los sucesos de la Revolución Mexicana, el sur del Estado es escenario de importantes sucesos, así Parral se convierte en el Municipio que marca un cambio de la historia Nacional a ser partícipe de la muerte del revolucionario Francisco Villa.

Un suceso relevante en la historia de Hidalgo del Parral han sido las inundaciones sufridas durante los siglos XIX y XX. La primera inundación que se tiene registrada fue en el año de 1793, la segunda en 1832, una tercera en 1837, en 1936 la cuarta y la más grande y destructiva se registró el 8 de septiembre de 1944.

Gran parte de Parral quedó convertido en un enorme lago. No se tienen datos precisos de las pérdidas humanas, pero los daños materiales son no menos importantes debido a que se perdió gran parte de nuestro patrimonio construido e importantes vestigios de nuestros antepasados.

Declaratoria.

El lunes 12 de marzo de 2001, fue publicado en el diario oficial de la federación el decreto por el que se declara  zona de monumentos históricos la ciudad de Hidalgo del Parral, municipio del mismo nombre, Estado de Chihuahua.

Declarando 497 inmuebles como Monumentos Históricos, entre los cuales se ubican casas-habitación y comercio, así como Templos y escuelas. El objetivo primordial de dicha declaratoria consiste en garantizar la protección y conservación de dichos inmuebles, así como preservar y difundir la riqueza cultural de la Nación como un elemento de identidad y unidad del pueblo mexicano, así como garantizar la protección y conservación de los inmuebles.

La zona de monumentos históricos comprende de un área de 8,353 kilómetros cuadrados.  Está conformada por 195 manzanas que se organizan en diferentes estructuras: constituyen los barrios de desarrollo urbano propios que se alojaron en las cavidades de los meandros del río Parral y se han comunicado entre sí a través de la diversidad de puentes; el asentamiento humano histórico de cada uno de los barrios fue limitado en su crecimiento por el cauce del río, propiciando un esquema de autonomía relativa de su desarrollo urbano que generó su centralidad representados por una plaza.

 

 

  


CATÁLOGO DE MONUMENTOS HISTÓRICOS INMUEBLES DE VALLE DE ALLENDE.

Presentación

La publicación de este Catálogo de Monumentos Históricos Inmuebles de Valle de Allende es un logro importante en la trayectoria de preservación que el Instituto Nacional de Antropología e Historia ha emprendido en el estado de Chihuahua, en estricto apego a la ley federal que establece:

“Es de utilidad pública la investigación, protección, conservación, restauración y recuperación de los monumentos arqueológicos, artísticos e históricos y de las zonas de monumentos…” (Capítulo I, Art. 2º, Reglamento de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos).

Valle de Allende, además de ser un importante centro agrícola y una ciudad histórica muy enraizada en el afecto de los chihuahuenses, constituye un patrimonio arquitectónico invaluable por su notable estado de conservación. 

Al hacer un inventario de su patrimonio monumental en conjunto con voceros de su comunidad aportamos un instrumento técnico que permitirá restaurar o mantener las fincas que son parte entrañable de Valle de Allende, pues cada una de ellas tiene una historia que contar. 

Esperamos contribuir con este Catálogo a las tareas de consignar y difundir el patrimonio histórico, al tiempo que socializamos la labor de conservación entre el INAH y las comunidades históricas de Chihuahua. 

Marco geográfico.

Valle de Allende tiene una superficie de 2,471.3 kilómetros cuadrados, los cuales representan el 1% de la superficie total del estado. Su altitud sobre el nivel del mar fue fijada en los 1,552.0 metros. La ciudad está ubicada a los 26º56’ de latitud norte y a una longitud de 105º24’ del meridiano de Greenwich. 

Colinda al norte con los municipios de San Francisco de Conchos, Valle de Zaragoza y Camargo; al sur, con Matamoros y Coronado; al este, con los municipios de Jiménez y López, y al oeste, con Hidalgo del Parral.

Su superficie está formada por mesetas, a excepción de la parte septentrional que tiene lomas bajas. Las serranías principales son: las de Almoloya, en la parte media, y las del Carmen y Santa Rosalía, en la parte sur.

Sus ríos Primero y Concepción, proceden del municipio de Matamoros; los ríos Valle y Parral que atraviesan su territorio, nacen en la sierra de Santa Bárbara, desembocan en el río Florido y éste, a su vez, en el río Conchos. La corriente del Conchos se vierte en el Bravo, el cual desemboca en el Golfo. 

Los españoles llamaron al Valle de San Bartolomé la “región fértil de la cuenca del río Florido”. Gracias a la abundancia de agua en el lugar, se convertiría en el granero y surtidor de carnes de la Nueva Vizcaya, fertilidad que aún conserva.

Introducción.

El objetivo de este catálogo —además de proporcionar información y enriquecer el conocimiento sobre el patrimonio histórico arquitectónico del municipio de Valle de Allende — es saber cómo está conformado dicho patrimonio y cuáles son sus  características constructivas.  Su finalidad primordial es tener la información necesaria para ofrecer asesoría en cualquier solicitud de restauración o intervención en los inmuebles declarados patrimonio histórico; según la declaratoria oficial publicada el día 9 de marzo de 2001 en el Diario Oficial de la Federación. Este reconocimiento constituye la base de apoyo para la realización de esfuerzos necesarios para el rescate de los inmuebles históricos y su reintegración a la vida social de las comunidades.

Son 110 inmuebles inscritos en el decreto. Las fichas contenidas en el catálogo ostentan fotografías del inmueble, plano arquitectónico, croquis de localización, así como datos arquitectónicos, materiales de construcción, estado de conservación, siglo de edificación, datos  históricos y observaciones sobre el inmueble. Los inmuebles catalogados no muestran cambios radicales, ya que los sistemas constructivos de finales del siglo XIX y principios del XX se mantuvieron estables tanto en forma como en materiales.

 

Calle Cuauhtémoc, principios Siglo XX. Calle Cuauhtémoc, 2002.
Calle 2 de Abril, principios Siglo XX.  Calle 2 de Abril, 2002.

 

En esta  región predominan los muros de adobe con aplanados de cal y tierra o entortados. Para la cubierta utilizan  vigas de madera, tableta y terrado. Los inmuebles tienen una relación vano-macizo generalizada, predominando el macizo sobre el vano. Respecto a la ornamentación, se identifican elementos sencillos: marcos de cantera o ladrillo en vanos, arcadas en patios interiores y cornisas sencillas en cantera.

Valle de Allende aún conserva la tipología de hace más de 200 años gracias a la conciencia de la comunidad por la salvaguarda de nuestro patrimonio histórico, aunado a la intervención apropiada de sus inmuebles.

Antecedentes Históricos

Los orígenes del asentamiento de Valle de San Bartolomé, actual ciudad de Valle de Allende, en el estado  de Chihuahua, se remontan hacia 1572, con la fundación del pueblo de Santa María, una reducción de indios donada por Francisco de Ibarra a Alonso Martín Ronquillo, quien a su vez donó terrenos a la orden franciscana. Esta población se originó a partir de la construcción de un convento, cuyo permiso se obtuvo en 1562, y en 1563 fue conocida con el nombre de Valle de San Bartolomé, siendo la primera misión que los franciscanos establecieron en el actual estado de Chihuahua. En esta misión los frailes tenían bajo su mando a indios trasladados del centro de México y otros de la región. En un principio los pobladores estuvieron concentrados río abajo, posiblemente en lo que hoy se conoce como el pueblito de Allende.

La fundación de Santa Bárbara y Valle de San Bartolomé marcó el principio de las relaciones de trabajo entre los españoles y los indígenas de esta zona. Eran relaciones en gran medida coercitivas, macadas por la tensión y la violencia. Existe aún la polémica entre los actuales pobladores de Valle de Allende, Santa Bárbara y Parral, sobre cuál de las poblaciones fue fundada primero. No obstante, es evidente la importancia de esta población como proveedora de alimentos agrícolas a las minas del Real de San José del Parral después de 1631.

La población de San Bartolomé fue ubicada en una zona agrícola en desarrollo y sobre el Camino Real de Tierra Adentro, por lo que a finales del siglo XVII el poblado llegó a ser un centro comercial importante. Los hacendados establecieron sus expendios, y, a la vez, engrandecieron la población con casas monumentales que eran habitadas en diferentes épocas del año. 

El origen de su traza pudo haber correspondido a las Reales Ordenanzas que regían en aquella época y que normaban el establecimiento de plazas, calles principales y distribución de las familias y parroquias.

La traza del poblado es de estilo español, proyectada en una supuesta imagen octagonal que en realidad es irregular pues sigue la topografía y el recorrido de las acequias y huertas. 

Una de las  características  sobresalientes  del Valle de San Bartolomé fue el desarrollo de sistemas hidráulicos tanto de captación, conducción y almacenamiento como de protección, que son acequias aún utilizadas y que distribuyen el agua hacia las casas-habitación de patio central y huerto.

El auge formal del poblado como tal ocurrió hacia finales del siglo XVIII y la primera mitad del siglo XIX. Gracias a su actividad agrícola y comercial se constituyó como un importante centro de producción, abastecimiento y almacenamiento de alimentos de una amplia región minera, sufriendo posteriormente su decadencia como potencia comercial. La producción de algodón llegó a ser importante en la región, originando el establecimiento de fábricas de hilados y tejidos, como la de Talamantes, para industrializar el volumen que quedaba en la zona, después de enviar a los Estados Unidos una parte del mismo.

En la primera mitad del siglo XIX, el desarrollo económico de la República Mexicana sufrió letargo debido a la inestabilidad política y a la inseguridad de los caminos; los asaltos frecuentes obstaculizaron el comercio. En el caso de este poblado, la ruta comercial con México fue cerrada parcialmente, y el intercambio con los Estados Unidos, a donde se enviaba parte del algodón aquí producido, se incrementó, detonando la creación de varias fábricas de hilados y tejidos.

En 1865, los franceses llegaron a ocupar la población por unos meses y hostigaron a los simpatizantes de Benito Juárez, sin causar bajas significativas. Una vez restablecida la paz y la República, las actividades agrícolas y comerciales fueron reanudadas. Los vestigios actuales de lo que fue el mercado son una muestra de este resurgimiento. 

El municipio de Allende tiene categoría como tal desde la época colonial, pues cuando se consumó la Independencia, ya había elecciones para su Ayuntamiento. Su nombre original fue San Bartolomé, el cual por decreto del Congreso del Estado, de 9 de septiembre de 1852, fue modificado por el de Allende, en honor al caudillo insurgente don Ignacio José de Allende.

Declaratoria.

El viernes 9 de marzo de 2001, fue publicado en el Diario Oficial de la Federación el decreto por el que la ciudad de Valle de Allende, municipio del mismo nombre, estado de Chihuahua, es declarada zona de monumentos históricos.

110 inmuebles —entre los cuales se ubican casas-habitación y comercios, así como templos y edificios públicos— son consignados como Monumentos Históricos. El objetivo primordial de dicha declaratoria consiste en garantizar la protección y conservación de dichas edificaciones; preservar y difundir la riqueza cultural de la Nación como un elemento de identidad y unidad del pueblo mexicano, así como garantizar la protección y conservación de los inmuebles.

La zona de monumentos históricos comprende un área de 1.4 kilómetros cuadrados. Está conformada por 70 edificaciones dispuestas en torno a un espacio central o Plaza de la Constitución, de forma cuadrangular, en donde se realizan las actividades cívicas y sociales más importantes de la población. La zona urbana está atravesada por un sistema de acequias, estructura dependiente del río del Valle que divide a la población en cuatro grandes zonas de riego. La imagen urbana está definida por las calles que tienen al frente los paramentos del conjunto de fachadas de las casas habitación y, detrás de ellas, los frondosos nogales que coexisten con el asentamiento humano.

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