EL SANTO NEGRO DE MEOQUI


Artículo de divulgación

Memorias del coloquio Hablemos del Camino Real de Tierra Adentro 2015

A principios del siglo XVI, los conquistadores españoles iniciaron la construcción de un camino que comunicara la capital de la Nueva España hacia el norte, concluyendo en Santa Fe, Nuevo México. El Camino Real de Tierra Adentro fue la principal ruta que transitaron hombres y mujeres llevando consigo la explotación de minerales, la colonización de territorios y la evangelización. Desde mediados del 2015 en Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), delegación Chihuahua, emprendió el proyecto Hablemos del Camino Real de Tierra Adentro, con la intención de acudir a diversas comunidades en el tramo comprendido en nuestra entidad, reunirnos con sus habitantes para dialogar, recolectar y divulgar sus leyendas, tradiciones, saberes, conocimientos, preocupaciones de ayer y de hoy. Los días 10 y 11 de diciembre de ese mismo año, se presentaron en Rosales y Meoqui los hallazgos y productos finales. Aquí presentamos otro artículo derivado de este encuentro:

EL SANTO NEGRO DE MEOQUI

Por Jorge Meléndez Fernández

La tradición oral de Meoqui recoge el relato de un hombre de origines y maneras misteriosas al que llaman “Santo Negro”. Y aunque la información sobre él escasea y es poco precisa, su obra perdura hasta nuestros días y tomó notoriedad debido a las recientes obras de rehabilitación del llamado “Salón de los Ángeles” de la parroquia de San Pablo como capilla.

Se cuenta que al concluir los trabajos de construcción del entonces nuevo templo de San Pablo, a finales del siglo XIX, llegó a la comunidad un hombre piadoso y de tez morena a quien el párroco le encargó realizar varias pinturas murales para un salón. Tales obras habrían sido dos paneles gemelos, abordando los temas de la vida eterna y la lucha por alcanzar la virtud. Así lo apunta Alfonso Ramos, estudioso local del tema, junto con los nombres de las pinturas: “Entrada del Justo al Cielo y el Arca de la Alianza” y “La Muerte del Justo o la Batalla Contra las Tentaciones”.

Además hay pintura decorativa en el resto de las paredes, obra de otro autor, asemejando elementos arquitectónicos como cornisas, lambrines con diseños vegetales, un monograma de la Virgen María y unos marcos para las pinturas murales con ornamentos en la parte superior y una cabeza de querubín alado en la inferior, motivos repetidos en el techo y que con el correr de los años le dieron su nombre al “Salón de los Ángeles”.

Aunque se desconoce el uso original del salón, la evidencia pictórica sugiere que los motivos marianos indican la advocación de la capilla; por otro lado los paneles atribuidos al “Santo Negro” muestran una función como sala de velatorio.

Con el correr de los años el salón cambió de uso, la pintura decorativa quedó cubierta casi en su totalidad y el acceso fue restringido, hasta que se comenzó a habilitar como capilla del Santo Sacramento en 2015.

En la valoración de factura y contenido de las pinturas del “Salón de los Ángeles” es importante tomar en cuenta el contexto de escases de bienes muebles de calidad histórica en Meoqui. El misterio del “Santo Negro” perdura, pero no así el de su obra que será reabierta al público, en una puesta en valor que inicia un proceso de reapropiación del patrimonio local sobrellevando el deterioro que presenta.

 

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