CUEVA DE LAS MONAS, UN ESPACIO SACRALIZADO POR LOS RARÁMURI


Cueva de las Monas es un sitio arqueológico ubicado en la parte norte del municipio de Chihuahua, integrado por más de 300 manifestaciones gráfico-rupestres que dan cuenta de la actividad de quienes habitaron esta zona hace más de 2 mil años: los rarámuri, pueblo que a través de sus pinturas plasmó representación de mitos, ritos y leyendas.

El arqueólogo Enrique Chacón, titular del Proyecto Arqueológico Cueva de las Monas, señala que gracias a las recientes investigaciones, además de saber quiénes realizaron estas pinturas y hace cuánto tiempo, también se ha logrado identificar algunos de sus significados: “hemos identificado varios componentes de la cultura tarahumara (rarámuri), hemos descifrado algunas figuras y escenas, pero aún hay muchas que no”.

Entre ellas se encuentran figuras humanas, plantas, animales, instrumentos y “representaciones de mitos como los de los gigantes que vivieron en la antigüedad en el estado de Chihuahua; tenemos representaciones rituales como la raspa del peyote; historias y leyendas de la entrada del cristianismo y también de eventos consagratorios en la cueva, donde sabemos que se realizó algún tipo de ritual y fue sacralizada; también representaciones de visiones y ritos preparatorios para la cacería”, explica el arqueólogo.

En torno a la sacralización de este espacio, Enrique Chacón señala que hay un sector específico en la cueva –en donde hay evidencia de pintura roja salpicada– que ayuda a entender el funcionamiento de la misma y, aunque las primeras preguntas apuntaron hacia saber si la gente que pintó, también durmió o habitó ahí, gracias a las investigaciones se supo que fue considerado un espacio simbólico que en determinado momento se convirtió en un lugar sagrado donde se realizaron rituales.

Asimismo, indicadores en las pinturas sugieren que sus autores fueron tarahumaras ancestrales que las plasmaron en tres etapas: la primera, hace 2 mil años (arcaico tardío) compuesta por motivos de estilo abstracto; la segunda, entre el 700-900 al 1,400 con símbolos abstractos esquemáticos figurativos; y la tercera, que va desde el siglo XVI al XVIII durante la época de contacto con los españoles y la llegada del cristianismo.

Toda esta información que revelan las pinturas gráfico-rupestres es de suma importancia para entrelazar la historia del sitio, de sus habitantes y de la cultura chihuahuense en general, por ello la necesidad de su conservación a través de proyectos como el que se lleva a cabo por parte de los especialistas del Programa Nacional de Conservación del Patrimonio Gráfico-Rupestre del INAH.

Si quieres conocer más sobre este sitio arqueológico inigualable en el norte del país, no te pierdas los resultados de la segunda temporada de los trabajos de conservación en Cueva de las Monas, el próximo jueves 23 de junio a las 18 h (hora Chihuahua) por el canal de YouTube: https://youtu.be/tsH73cuCLtg

 

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